Con Diapiro Blanco, la intención de la bodega ha sido rescatar una variedad peculiar que tradicionalmente se cultivaba en nuestros campos, como es la Merseguera. Para el equipo técnico, se cumple una ilusión, durante algunos años buscada. 

Para este proyecto hemos contado con viñas de vaso, ubicadas en suelos calizos y situadas a más de 650 metros de altitud. Viñedos de rendimientos controlados y de secano, apenas apoyados con algún riego en los meses más calurosos del verano. 

El clima que envuelve a los viñedos es mediterráneo continental, con inviernos secos, primaveras generalmente frías, y veranos muy cálidos donde predominan las noches frescas, obteniendo de esta forma uvas con un buen nivel de azúcar y buena concentración de ácidos y aromas.

Después de realizar la vendimia manual durante las primeras horas del día, aplicamos un despalillado y estrujado suaves. El mosto lo maceramos con las pieles, en frío a 8ºC, durante unas 6- 8 horas. 

Una parte de este mosto, lo llevamos a fermentar en depósitos de acero inoxidable a 14ºC de temperatura, sobre lÍas finas. 

La otra parte se fermenta en barrica nueva de roble francés, con una ligera crianza posterior sobre lías durante 2 meses, y con battonage dos veces por semana, protegiendo los aromas y consiguiendo un vino mucho más equilibrado y armonioso.