A finales de julio, y con el calor del verano, los viñedos de Bodegas Pinoso se tiñen de un sinfín de colores, que embellecen las cepas y nuestros paisajes. Este fenómeno se conoce como envero, y es la etapa de transición entre el crecimiento de la uva y la maduración.
Durante varias semanas los verdes, rojizos y violetas son los protagonistas de nuestros campos. Es el envero un momento efímero, ya que suele durar 1 o 2 días. Cada variedad de uva envera en un instante del tiempo concreto, ofreciéndonos una espectacular panorámica de nuestros campos.
¿Qué cambios se producen en la uva?
- El pigmento verde de la piel, deja paso a tonos amarillos y ocres en variedades blancas, y a tonos anaranjados, rosáceos, rojos, azules y violetas en variedades tintas, debido principalmente al aumento de polifenoles.
- Los tallos, hasta el momento verdes y delicados, se transforman en sarmientos lignificados y de mayor robustez.
- El crecimiento del grano de uva se detiene, y la consistencia de las uvas se vuelve más blanda y elástica.
- Aumentan el contenido en azúcar y los compuestos fenólicos, se acumulan aromas, y disminuye la acidez.
Es el preludio indiscutible de que la vendimia está acercándose, ya que al cabo de 40 o 50 días aproximadamente, las uvas que con tanto esfuerzo han cultivado nuestros socios, se transformarán en nuestros vinos, llenos de aromas y matices, vinos para disfrutar y compartir. Es el inicio de la cuenta atrás.